Pensamientos de un Aventurero Cósmico.

lunes, 28 de abril de 2008

Negra Sombra

¿Cómo saber que te has ido, que no volverás jamás? Es falso; sé que permaneces próxima a mí. Causante de mil miserias y de otras tantas desgracias, Negra Sombra: sé que no me puedo deshacer de ti.

Cando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa.

Cando maxino que es ida,
no mesmo sol te me amostras,
i eres a estrela que brila,
i eres o vento que zoa.

Si cantan, es ti que cantas,
si choran, es ti que choras,
i es o marmurio do río
i es a noite i es a aurora.

En todo estás e ti es todo,
pra min i en min mesma moras,
nin me abandonarás nunca,
sombra que sempre me asombras.

Rosalía de Castro ― Negra Sombra.

martes, 8 de abril de 2008

La calidad del momento

¿Qué es el tiempo? ¿Es real? ¿Existe, acaso?

El tiempo no es más que un artificio creado por el hombre para cuantificar de alguna forma la causalidad, la relación entre la causa y el efecto. El tiempo no existe, pues, más que en nuestro intelecto.

Si el tiempo no existe, entonces, ¿por qué tenemos horarios, fechas, aniversarios y plazos? ¿No son todas estas cosas falacias, dado que el concepto en el que se basan es irreal?

Es fácil afirmar que también todas esas imposiciones temporales son, en verdad, ilusorias. No obstante, dependemos de ellas ―de hecho, somos adictos― para poder realizar nuestras tareas. Dependemos de los horarios de autobuses, metros, trenes, aviones y barcos para desplazarnos, para viajar. Dependemos de las fechas y los aniversarios (¡vaya cosa!) para celebrar nuestros encuentros y fiestas. Dependemos de los días de la semana, de las horas y de los minutos para hacer nuestro trabajo. «Ocho y dos ceros significa que todo el mundo tiene que parecer ocupado, diez coma treinta significa que puedes dejar de parecer ocupado durante quince minutos, diez cuarenta y cinco: ocupado otra vez»; así lo narraban en la película "Los dioses deben estar locos". La cuestión es la siguiente: ¿es realmente necesario todo esto?

Posiblemente sea una locura abolir los horarios y los calendarios para, tal vez, recurrir a quién sabe qué sistema para coordinarnos. En la Edad Media se empleaban los campanarios de las iglesias para anunciar «las horas» y, por consiguiente, las diferentes tareas que debían llevarse a cabo en cada momento. Por aquel entonces estaba bien un sistema tan rudimentario, pero a día de hoy es claramente ineficaz, pues la diversidad de actividades y de situaciones que tienen lugar en la vida de cada persona exigen una granularidad más fina y una precisión mayor en el cómputo del tiempo. Es nuestro estilo de vida actual, el que hemos elegido, el que nos hace esclavos, en mayor o menor medida, del reloj.

Sin embargo, ciñéndonos a rajatabla al despótico sistema horario que gobierna, omnipresente, nuestras actividades, hemos perdido algo muy valioso; un sentimiento ya desconocido, una magnitud por el progreso olvidada: la calidad del momento. Cada momento o periodo de tiempo posee una calidad, una propensión para favorecer o no un determinado acontecimiento. Cuando hablaba, al principio, de la relación entre causa y efecto, señalaba la necesidad de cuantificar de alguna forma la relación entre ambos. Cada principio lleva dentro su propio fin, al igual que una semilla lleva dentro de sí a la planta entera. El momento en el que tiene lugar la causa es muy relevante para la exitosa consecución de su efecto; de ahí la importancia de elegir un momento adecuado para provocar esa causa. Es por eso por lo que la gente solía, antaño, darle bastante importancia al hecho de emprender una acción en el momento oportuno.

Cabe, a raíz de este planteamiento, preguntarse si tiene el mismo valor un segundo que otro, aquí o allá. No todos los segundos, todos los minutos, todas las horas valen lo mismo. No es igual de valiosa una determinada hora para llevar a cabo una actividad u otra. Algunas horas son mejores para descansar; otras para trabajar, meditar o alimentarse; en ciertos momentos del día estamos más lúcidos para pensar y en otros lo adecuado es el trabajo físico. Son muchos los factores que condicionan estas decisiones. Son innumerables los elementos externos que influyen en la calidad de nuestros momentos. Por eso es conveniente despertar de ese letargo secular a ese sentimiento perdido y desconocido; aunque esto es algo que requiere mucho entrenamiento.

martes, 1 de abril de 2008

April Fools' Day

Esta vez no tardé mucho en darme cuenta; fue peor en años anteriores...

Resulta que, como de costumbre, me dedicaba yo a darle un repaso a las noticias publicadas en algunas páginas web que yo visito. Le tocaba el turno a www.metalstorm.ee, una web relacionada con la música heavy (y géneros afines) cuando ante mis ojos aparece la peor de las visiones concebibles para un metalero: un disco de la Britney Spears. He aquí una captura de la página:



También figuraba en la misma página el siguiente mensaje:
Hail SATAM
For reasons beyond our control we at the Metal Storm Staff are forced to take a new direction, and this for the sake of the future
of this website. We've only just decided to put it all into place. We refer to the News Section for the dreadful background story
concerning this drastic and dark change. As of today we've become a Blakk Metul only website. The bands archive will remain
as it is so you can save any information you want, but all non-BM bands will be deleted from the archive in the coming days.
After reading about the atrocious things that have happened to Metal Storm, we hope you'll understand the new path we're
taking - and if you don't, you will burn in heaven - but we just wanted MS to become more kvlt and we believe we can
only do that through the grimness of blakk metul.
Sorprendido, ofuscado ante tan kafkiana visión, me pregunté: ¿quién ha sido el imbécil que ha publicado aquí tal cosa? ¿quién osa perturbar el clima obscuro y de tormento que solo los fanáticos del metal pueden apreciar y disfrutar? (Que conste que no tengo nada contra Britney Spears ni contra sus fans; simplemente digo que está fuera de lugar en ese sitio web.)

Pensé que el culpable podría ser algún troll, algún graciosillo, algún cracker —que no hacker—, algún marciano, algún cambio en Matrix o alguna sustancia que me causaba alucinaciones. Luego me di cuenta de lo que pasaba: hoy es 1 de abril.

El día de hoy es conocido también como April Fools' Day, un dia en el que es habitual gastar bromas e inventarse trolas y cuya celebración ha llegado a Internet. Es como nuestro Día de los Santos Inocentes (28 de diciembre), pero en versión anglosajona.

Recuerdo una broma que había sido muy buena y que habían perpetrado los de Google. Anunciaban en una edición pasada del April Fools' Day un producto suyo nuevo que se llamaba Google TISP: Internet a través del WC.

En fin, sólo era una broma. Aunque me hubiese gustado ver ese vídeo de Britney Spears con Dimmu Borgir.