Pensamientos de un Aventurero Cósmico.

lunes, 18 de agosto de 2008

Amor libre

(Dedicado a E., cuyas sencillez y simpatía siguen levantando pasiones aún a día de hoy.)

Alguien dijo una vez: «si quieres algo, déjalo libre: si vuelve a ti es porque es tuyo; si no, es que nunca lo ha sido». Pocas veces se le hace caso a tan sabio consejo.

Las personas que no saben amar son las que intentan poseer, poseer a la persona. Con alhajas compran su cautiverio; con celos y desconfianza cercan su libertad. Jamás podrían ceder un ápice en su postura de dominio, por temor a perder aquello que con vehemencia afirman querer tanto. Pero, ¿por qué temer? Se teme porque se es incapaz de amar: porque se desconfía. ¿Y por qué desconfiar?

La vida de las personas es como un río, y a ese río a veces se le construyen presas y embalses para retener su caudal. Si la presa no se abre, el agua almacenada acabará desbordando o reventando el muro de la presa. Ese agua simboliza los anhelos de las personas y, al igual que hay ríos más o menos caudalosos, hay personas con grandes deseos para la vida y personas de actitud más conformista. Retener ese imparable caudal implica que, tarde o temprano, la presa romperá. Inhibir los anhelos conlleva a que, tarde o temprano, éstos afloren en una explosión de sentimientos y actos que bien pueden echar por tierra los intereses de aquellos que buscan controlar las vidas ajenas para un mayor éxito en las suyas. Es normal desconfiar en ese caso.

Y a toda esa gente odiosa yo les miro a la cara y me burlo de ellos. Y grito: «¡Que llueva, que llueva!». Lluevan mil mares para que los ríos de las personas crezcan desmesuradamente, rompan sus presas y aneguen sus poblados de avaricia. Y que la avalancha de lodo cubra sus cabezas, para que no vean a donde se va su amor perseguido, movido éste por una impetuosa corriente de deseo.

Yo me uno a ese imparable avance de aguas turbias hacia el océano, donde todos los amantes nos encontraremos; libres para amar, para amar libremente. El agua que fuimos y que ahora forma parte de otro río volverá a nosotros, porque libre es y libre fluye por la tierra.

1 comentario:

Nellioness dijo...

Thank you for visiting my blog :)