De tres hermanos el más grande se fue
Por la vereda a descubrir y a fundar,
Y para nunca equivocarse o errar
Iba despierto y bien atento
A cuando iba a pisar...
De tanto en esta posición caminar
Ya nunca el cuello se le enderezó,
Y anduvo esclavo ya de la precaución,
Y se hizo viejo queriendo ir lejos
Con su corta visión.
Ojo que no mira más alla no ayuda al pie!
Óyeme ésto y dime, dime lo que piensas tú
De tres hermanos el del medio se fue
Por la vereda a descubrir y a fundar,
Y para nunca equivocarse o errar
Iba despierto y bien atento
Al horizonte igual...
Pero este chico listo no podía ver
La piedra, el hoyo que vencia a su pie,
Y revolcado siempre se la pasó
Y se hizo viejo queriendo ir lejos
A donde no llegó.
Ojo que no mira más aca tampoco fue!
Óyeme ésto y dime, dime lo que piensas tú
De tres hermanos el pequeño partió
Por la vereda a descubrir y a fundar,
Y para nunca equivocarse o errar
Una pupila llevaba arriba
Y la otra en el andar...
Y caminó vereda adentro, el que más
Ojo en camino y ojo en lo porvenir,
Y cuando vino el tiempo de resumir...
Ya su mirada estaba extraviada
Entre el estar y el ir.
Ojo puesto en todo ya ni sabe lo que ve!
Óyeme ésto y dime, dime lo que piensas tú...
(Silvio Rodriguez - Fábula de los tres hermanos)
Por la vereda a descubrir y a fundar,
Y para nunca equivocarse o errar
Iba despierto y bien atento
A cuando iba a pisar...
De tanto en esta posición caminar
Ya nunca el cuello se le enderezó,
Y anduvo esclavo ya de la precaución,
Y se hizo viejo queriendo ir lejos
Con su corta visión.
Ojo que no mira más alla no ayuda al pie!
Óyeme ésto y dime, dime lo que piensas tú
De tres hermanos el del medio se fue
Por la vereda a descubrir y a fundar,
Y para nunca equivocarse o errar
Iba despierto y bien atento
Al horizonte igual...
Pero este chico listo no podía ver
La piedra, el hoyo que vencia a su pie,
Y revolcado siempre se la pasó
Y se hizo viejo queriendo ir lejos
A donde no llegó.
Ojo que no mira más aca tampoco fue!
Óyeme ésto y dime, dime lo que piensas tú
De tres hermanos el pequeño partió
Por la vereda a descubrir y a fundar,
Y para nunca equivocarse o errar
Una pupila llevaba arriba
Y la otra en el andar...
Y caminó vereda adentro, el que más
Ojo en camino y ojo en lo porvenir,
Y cuando vino el tiempo de resumir...
Ya su mirada estaba extraviada
Entre el estar y el ir.
Ojo puesto en todo ya ni sabe lo que ve!
Óyeme ésto y dime, dime lo que piensas tú...
(Silvio Rodriguez - Fábula de los tres hermanos)
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