Pensamientos de un Aventurero Cósmico.

miércoles, 28 de junio de 2006

Lemuria

Entre los pocos documentos escritos que quedan de los Mayas (los infames conquistadores españoles destruyeron unos cuantos, unos siglos atrás) aparecen menciones a un continente perdido en medio del pacífico. La causa de su desaparición se asocia a un cambio geológico, basado en el movimiento de placas tectónicas o bien debido a una intensa actividad volcánica, aunque estas teorías tienen numerosos detractores.

Durante su existencia, este mítico continente albergó a una civilización que ha sido, desde siempre, de interés para místicos y estudiosos de ciencias ocultas. Se cree que sus habitantes poseían poderes que las civilizaciones actuales no sólo han perdido, sino que incluso ignoran su potencial existencia.

Algunos escritos tamiles ---originarios de la India--- asocian Lemuria con un territorio mítico llamado Kumari Kandam; una isla sumergida en el mar del sur de la India.

Lemuria ha sido también fuente de inspiración para famosos escritores de todos los tiempos. Su carácter místico ha cautivado a grandes figuras como H.P. Lovecraft, entre otros. También se le ha dedicado alguna canción, como es el caso de "Lemuria", del grupo de metal Therion. El estribillo de esta canción dice lo siguiente:

When the sailman's sailing away
He shows that the dream of Lemuria is true
A land lost he will find again
Hear the call from the depth of the anemone song
Do you dare to enter the ship?
Hear the call from below of an underwater world
Land of Mu is close to the stars
In the arms of the sea you will live as hypnotized

Se dice de los habitantes de Lemuria que tenían la capacidad de transcender, de entrar en un estado de sabiduría suprema y de supresión total del dolor. La canción de Therion dice que el hallazgo de Lemuria no sucede sino dejándose llevar, tratando de alcanzar ese estado de éxtasis que los lemures conocían.

Habiendo existido o no, Lemuria nos deja un legado de gran valor. La habilidad de sus gentes para alcanzar un estado espiritualmente tan elevado se echa en falta en las sociedades actuales. Por una vida más plena y placentera Lemuria ha de resurgir de las profundidades marinas.

martes, 27 de junio de 2006

Mr. X

Seguramente todos habeis visto el capítulo de los Simpsons en el que Homer decide comprar un ordenador personal. En ese mismo capítulo, Homer crea una página web donde publica noticias fraudulentas. Al final, se mete con quien no debe (la industria farmacéutica) y misteriosamente va a parar a una extraña isla. Retenido allí, se encuentra con personas que poseen algún secreto que, si saliese a la luz, supondría el fin de muchos de los negocios más provechosos.

Mi intención no es la misma que la de nuestro entrañable personaje de animación. No pretendo inventarme cosas pero, de momento, tampoco puedo ofrecer más que conjeturas. No obstante, la teoría que a continuación presentaré será expuesta con inexactitud y muy poco rigor porque, de ser cierta, es probable que yo corra la misma suerte que nuestro amarillento amigo. Así, en ese fatídico caso, la verdad no será del todo silenciada; arriesgarse a saber más podría ser jugársela al doble o nada.

Dicho esto, procedo a exponer la teoría.

Es bien sabido que la industria farmacéutica es una de las más prósperas que hay sobre la faz de la Tierra. La venta de analgésicos, tales como la Aspirina, suponen un grueso del mercado de los medicamentos muy sustancioso. No cabe la menor duda de que hablamos de uno de sus productos estrella, pues están en todos los botiquines del mundo.

Su uso más extendido es el de aliviar el dolor de cabeza. El ajetreado ritmo de vida al que nos vemos expuestos día a día nos provoca muy frecuentemente esta dolencia, en ocasiones insoportable. Le echamos la culpa a todo; al trabajo, a los ruidos, a los cambios de temperatura, y no dudamos en dirigirnos al botiquin para coger un comprimido de ácido acetilsalicílico. Agradecidos, bendecimos una y otra vez ese corpúsculo cilíndrico y harinoso que nos alivia tan eficazmente.

Pero, por otra parte, las aspirinas no son todo bondades. Camuflan el dolor en lugar de solucionar el problema y son una bomba para el estómago. ¿Acaso no hay un remedio natural para eliminar el dolor de cabeza?

Los dolores de cabeza han sido, desde hace mucho, una excusa muy manida empleada por las féminas para eludir así la práctica del acto sexual cuando sus compañeros sentimentales lo desean hacer. Es preciso indicar ahora que la causa de tal muestra de frigidez es causada por la torpeza del varón a la hora de satisfacer a su pareja, pero lo que nos interesa es el pretexto. ¿Por qué se recurre a un dolor de cabeza (ficticio o no) para evitar la práctica sexual?

Un titular de la cadena ser afirma que según estudios científicos, los orgasmos son una medida muy eficaz para paliar los dolores de cabeza. El titular dice lo siguiente:
Un orgasmo equivale a dos aspirinas contra el dolor de cabeza.
Según científicos, se liberan las endorfinas, equivalente natural a los opiáceos.

Es decir, el cuerpo humano es capaz de sintetizar una sustancia natural capaz de solucionar el problema. El único requisito es tener un orgasmo, algo que está al alcance de todos (si se hacen bien las cosas). De repente, a la industria farmacéutica le surge un competidor muy serio; su producto es claramente mejor.

En vista de todo esto, resulta ahora que lo que era empleado como un pretexto para no hacer el amor ve ahora en el acto sexual su mejor solución. ¿Quién es el responsable de haber creado esa farsa? Tengo la hipótesis de se trata de un rumor difundido con éxito desde hace mucho tiempo, reforzado y mitificado de boca en boca, elevado a la categoría de leyenda. Es muy probable que las propiedades analgésicas del orgasmo fuesen conocidas desde la antigüedad, aunque a menudo tratadas como tema tabú.

Con la llegada de tiempos más liberales, donde la práctica del sexo por placer se disocia de lo maligno y lo incorrecto, este ancestral secreto corría el riesgo de salir a la luz. Por ende, la industria farmacéutica tomó cartas en el asunto, creando una conspiración contra el bien común que, con sutiles maniobras, logró convencer a las sociedades más industrializadas justamente de lo contrario: la práctica del sexo agudizaría el dolor de cabeza.

Finalmente, debemos recordar que para lograr con éxito que desaparezca el dolor de cabeza es necesario alcanzar el orgasmo. Esto puede parecer complicado pero no lo es en realidad si se poseen los conocimientos y la práctica necesarios. Así, en honor al buen hacer de las prácticas sexuales, resulta muy recomendable aprender lo que las culturas milenarias del todo mundo tienen que decir al respecto. A nadie le deberían extrañar los términos tantra o kamasutra, pero esos son temas que están fuera del alcance de este comunicado.

Como colofón, me gustaría añadir que la industria farmacéutica puede sacar buen partido de todas estas conclusiones. Confío en que sus directivos ya lo saben, y que no han de tardar en ver en todo esto nuevas posibilidades de negocio. A fin de cuentas, son ellos también quienes se ocupan de la venta de métodos anticonceptivos.

viernes, 23 de junio de 2006

Aquí no hay quien pille wifi

Todo era maravilloso y el sol lucía radiante en un cielo azul, los pájaros cantaban y las mariposas revoloteaban posándose en flores de vívidos colores, pobladoras de un verdescente prado.

Así de maravilloso era el mundo en el que vivíamos, en el cual, estuvieses donde estuvieses, podrías desplegar un ordenador portátil y beneficiarte de la augusta generosidad de los paisanos del lugar que, muy amablemente, optaban por compartir sus recursos de red inalámbrica con los bienvenidos viajeros.

La gente vivía bajo un clima de felicidad perenne, de infinita bonanza y amabilidad extrema. No había conflictos de ningún tipo. Todos eran muy amigos y se querían mucho.

Pero cierto día, el Señor del Mal hizo presencia en forma de señal de televisión y se materializó en las pantallas de las gentes en forma de serie televisiva de gran audiencia. "Aquí no hay quien viva", rezaba la sintonía del principio una y otra vez, mientras se sucedían los créditos de los infames participantes en aquella orgía de perversión y exaltación de los instintos más malvados e impuros que a la especie humana el devenir de los tiempos le ha ido inculcando.

Así, los guionistas de la endemoniada serie de televisión crearon con toda maldad un capítulo en el que se abordaba el tema de las redes "wifi", tan en boga en estos tiempos. El presidente de la comunidad de vecinos de la ficción era el poseedor de la infraestructura de red inalámbrica necesaria, y el resto de los vecinos ejercían con maestría el ancestral arte del parasitismo.

La reacción del susodicho presidente no pudo ser más trágica. Su conducta estaba sin duda coercionada por los dictados de ese evangelio maligno que las clases sociales dominantes han de difundir para perpetuar su supremacía: el concepto de propiedad privada. De este modo, la hasta entonces libremente accesible red inalámbrica comunitaria devenió en un lujo elitista destinado al disfrute único y exclusivo de su contratante. Una terrible contraseña, fiel símbolo de los más obscuros deseos e intenciones de quienes ocultan la verdad al prójimo, ponía en veda el tan anhelado recurso.

Y es así como el mal triunfa sobre el bien, cómo se impone la misantropía y el egoísmo ante el sano deseo de la libre comunicación entre hermanos. Se divulga así el erróneo concepto de que compartir es malo, haciendo una exaltación flagrante de la propiedad privada. Este golpe bajo constituye, sin duda, un acto de manipulación, digno de cualquiera de los régimenes dictatoriales que con innumerables manchas de sangre han salpicado la historia del pasado siglo XX.

En el cielo azul aparecieron nubes grises de tormenta, el frío invierno nuclear destruyó flora y fauna, y sobre los yermos parajes de marrón y gris ya no se oye a los pájaros cantar.

lunes, 19 de junio de 2006

Una de Punk-Rock

Una canción llamada "21st Century digital boy", del grupo Bad Religion, reza lo siguiente en su estribillo:

'Cause I'm a 21st Century digital boy,
I don't know how to live but I've got a lot of toys,
My daddy's a lazy middle class intellectual,
My mommy's on Valium, so ineffectual,
Ain't life a mystery?

Muy significativo. La canción habla de cómo en los tiempos que corren nos hacemos dependientes de la tecnología, que adormece nuestro instinto para vivir la vida tal y como se nos presenta. Por alguna razón, nos vemos cómodamente forzados a cubrir de papel celofán vivencias y sentimientos, y a asentir como borregos a todo lo que se nos diga. Tenemos fe ciega en iconos, marcas, emblemas, etc; y acabamos creyéndonos que todo eso nos dará la felicidad.

No obstante, la solución no está en acometer a todo eso. Otras cosas vendrán que nos causen esa misma sensación artificial. Ocurre siempre en la política: primero pensamos que los políticos han de solucionarnos la vida y, al ver que no lo hacen, nos enfadamos con ellos y creemos que su oposición lo hará mejor.

La solución está en uno mismo. Primer paso: el viaje interior. Bucea en tu mente en busca de tu verdadera esencia. Una vez que te conozcas mejor, sal a la calle. Y una vez que estés en contacto con el mundo, dedícate a observar. Observa y adáptate; vive en armonía con el universo. Simplemente no claudiques a las imposiciones del conformismo y haz uso de tu propio criterio.

domingo, 18 de junio de 2006

Buenos tiempos para la lírica

Un labriego con conocimientos de solfeo y buena mano para las notas destierra de las listas de los grandes éxitos a los niños pijos del karaoke glamuroso.

Al mismo tiempo, unos terribles monstruos a quienes en su tierra les habían dado la espalda vencen en un certamen que, año tras año, se fue tornando debate político.

Aparentemente, no hay manos lúgubres que desde la obscuridad manejen los hilos de la sociedad cual marionetas. Parece que esta vez los títeres no están a merced de un tirano que escribe guiones trágicos para sus representaciones. Se respira cierto aire de libertad y optimismo.

La rebelión de los 'pringaos'

(Obviamente, este mensaje está escrito en clave de humor. Por favor, que nadie se sienta ofendido por ello.)

¡Soy un puto genio!

Acabo de tener una idea a la que el calificativo 'maquiavélico' se le queda corto.

Resulta que tengo un vecino que siempre se está comprando cachivaches tecnológicos cada dos por tres, y que recurre siempre a mí para que se los instale y configure.

Hace un tiempo, este señor había adquirido un reproductor de DVD, y no dudó en ponerse en contacto conmigo para que le ayudase a instalarlo. Yo accedí de buena gana, bien porque es así mi carácter, bien porque supuse que sería una árdua tarea entender los tan crípticos manuales para una persona de su edad.

Al poco tiempo, mi vecino acudió a mí solicitando ayuda técnica de nuevo para que le conectase otro reproductor de DVD que acababa de comprar al televisor que tenía en el dormitorio. Y ya de paso, también conectar el DVD al vídeo que ya tenía desde hace tiempo para poder grabar las películas alquiladas en el videoclub en formato VHS. Yo accedí, como siempre suelo hacer, a instalarle todos sus aparatos con un augusto gesto de altruísmo y una radiante sonrisa.

Luego vino la cámara de vídeo y una serie de artilugios necesarios para poder registrar sus grabaciones domésticas en cintas VHS. A mí me gustaba 'trastear' con todos aquellos aparatos, conectarlos, hacer pruebas con ellos, etc. Mi vecino también lo pasaba bien viendo cómo yo jugueteaba con todas sus adquisiciones, en parte fascinado con mi dominio sobre todos ellos, pues la tecnología forma parte de mis quehaceres cotidianos y es de necesidad poseer cierta soltura en el manejo de ésta.

No fue necesario que transcurriese mucho tiempo desde aquel día para que mi vecino se presentase delante de mi puerta de nuevo para solicitar mi ayuda. ¿Qué nuevo artefacto habría adquirido mi vecino, adicto ya a los catálogos de las tiendas de electrónica de consumo? Esta vez era un grabador de DVD. Mi entrañable vecino quería ahora poder registrar sus grabaciones domésticas, sus programas de televisión favoritos y las películas del videoclub que más le gustaban con mayor calidad y en un formato que preservase prístina toda su videoteca.

No obstante, mi entusiasmo ya no era el de antaño, cuando pensaba en lo bonito que era ayudar al prójimo y disfrutar con éste de las bondades de los avances tecnológicos. Ahora ya empezaba a estar harto de que viniese este señor a pedirme que le conectase todos los nuevos aparatos que iba comprando a los que ya tenía. O si no se trataba de añadir un aparato nuevo a la colección, era porque quería una nueva configuración de los que ya tenía; el vídeo del salón mejor en el dormitorio, el DVD de la cocina en el baño, etc. Me había convertido en su 'pringao' particular.

De poco servía explicarle cómo se navegaba por los menúes de configuración o cómo debía conectar los aparatos. No es fácil explicarle eso a una persona a la que los tecnicismos se le quedan grandes. La creciente maraña de cables euroconectores, cables de audio, fibras ópticas, coaxiales y enchufes a la red eléctrica hacía cada vez más complicado encontrar la causa de que alguna de sus criaturas tecnológicas no funcionase según lo esperado. En alguna ocasión, me veía obligado a responder con un "eso que me pides es imposible de hacer", o un "pues no sé que es lo que falla aquí", o un "tal vez esté estropeado".

Y ahora, mientras me hallo sumido en la más terrible de mis pesadillas, cautivado por la abismal oscuridad del no saber cómo librarse de este calvario, un rayo de luz me ilumina y me ofrece la bien merecida recompensa a todo mi poco gratificado esfuerzo:

Convenceré a mi vecino para que se compre un ordenador.

Puede parecer una locura, lo admito, pero no por ello deja de ser un buen plan. Es cierto que me espera la peor de las maldiciones que le pueden caer a un tecnócrata, pero es por la consecución de un bien mayor. Tendré que lidiar con los cederrones de instalación de drivers, aplicaciones y demás suplicios que todo aquel medianamente experimentado usuario de ordenador bien conoce por padecimiento propio. Seguramente me pase tardes enteras en casa de mi vecino para explicarle paso a paso cómo se escriben documentos, cómo se visualizan fotos y vídeos, cómo se reproduce música, etc.

Pero todo ese sufrimiento es muy necesario para poder efectuar la segunda parte de mi plan, que consiste en convencer de nuevo a mi vecino para que contrate una ADSL de alta velocidad con router inalámbrico. Obviamente seré yo también quien tenga que configurarle la red y el router, que astutamente dejaré sin contraseña "para que mi vecino no se líe y le resulte más fácil conectarse" (sonrisa malvada).

A partir de ese momento, podré gozar de un acceso a Internet bastante rápido y sin pagar un duro. Confío en que desde mi casa se reciba con calidad la señal del router del vecino. Bueno, creo que me lo he ganado; son mis honorarios por ejercer de 'pringao'. ¡Salud!

miércoles, 14 de junio de 2006

LINGOT


Aprovecho este espacio para publicitar un maravilloso programa para afinar instrumentos musicales. Su nombre es lingot, es software libre, y funciona de vicio.

Se trata de una aplicación para GNU/Linux ---de momento sólo está disponible para esa plataforma--- que muestrea la señal de audio capturada por la tarjeta del sonido del PC, la analiza y muestra por pantalla la nota más próxima, la frecuencia y el error. Todo esto de la forma más sencilla y elegante.

Este programa será incluido en Debian (de momento, está dentro de la rama 'unstable'). Para quienes quieran saber más, sólo tienen que seguir el siguiente enlace: http://www.nongnu.org/lingot/.

lunes, 12 de junio de 2006

Maldita burguesía, maldita sociedad.


No hace mucho se comenzó a emitir por televisión el anuncio de un coche de la marca Renault que me encantó. Ese anuncio tiene un gran significado.

En el spot aparece un caballero saliendo por la puerta de una ostentosa mansión, dirigiéndose hacia el coche que se anuncia. Luego aparece cenando en un restaurante de lujo con una hermosa dama (todo con mucha clase, si señor, eso que no falte). Acto seguido, aparece de nuevo en su coche dirigiéndose hacia un concierto de música punk que él mismo va a dar. Las siguientes escenas muestran al protagonista preparándose para el concierto y, posteriormente, cantando una canción que dice "maldita burguesía, maldita sociedad, odio el dinero, ..." mientras un gorila de 2x2 metros cuida de su coche, correctamente aparcado. El anuncio termina diciendo "reconozcámoslo, a todos nos gusta vivir bien".

Y es cierto.

Resulta ya aburrido escuchar a la gente que se viste de nobles causas y va denunciando una y otra vez los defectos de la unos y otros en pro de una sociedad mejor y más justa. Basta ya de predicadores de tintes políticos de inaplicabilidad demostrada. ¿En verdad sois los acérrimos seguidores de Lenin y Bakunin que presumís ser?

Critican a los que tienen más que ellos precisamente porque ellos no tienen; no por justicia, sino por envidia. Insultan al burgués sólo porque a éste le fue mejor en la vida, lo abuchean, le agreden. ¿Reclaman justicia? No, reclaman su coche, su casa, su piscina y sus millones del banco. En el fondo, estamos hechos todos de la misma mierda.

Si de verdad creeis en un mundo justo y con igualdad de oportunidades para todos, renunciad a los anhelos materiales y desead sólo lo que el amor puro pueda daros. Todo lo demás es supérfluo.

Puedes necesitar un coche para viajar, una casa para vivir, dinero para comer, para comprar cosas que necesites e incluso para divertirte. Es necesario, eso no se puede negar, pero no puede ser tu obsesión.

La envidia es una herramienta del ego para aplastar al prójimo y así imponerse sobre él. Debemos purgar ese sentimiento voraz y deleznable. No existe razón alguna para enfrentarnos al prójimo. Al contrario, hay mucho que compartir con él.

domingo, 11 de junio de 2006

Whisky bueno: ¡excitad mi frágil pequeña vejez!

Nada mejor que un pangrama para bordar el título de este mensaje, concebido en este delicado momento de reflexión. Un delicioso trozo de noche estival ---aunque aún estemos en primavera--- bañado en una mezcla de crema de whisky y música melancólica.

Las notas de "Nostalgia", de Stream of Passion, se suceden con delicada calma y mis pensamientos recapitulan lo más notable de estos últimos días.

Hace ya más de un año que comencé a resurgir de entre mis cenizas, purificado y reconvertido en un ser de luz. Cada día pasado, un verso de la magnífica epopeya de mi vida. Desde entonces, he derribado la muralla del prejuicio y he dejado muy atrás los templos del fanatismo y de la defensa vehemente e incoherente de ideas muertas.

No obstante, queda mucho por caminar. Caminar a través de un yermo carente de senderos que nos lleven a conocer la verdad. No existe, pues, una forma única y canónica de alcanzar la sabiduría. Sé que ese es el objetivo que he escogido, pero también sé que alcanzarlo es imposible. Todo lo más, estar a escasos centímetros de él para, en un último esfuerzo, con un último suspiro, sentir cómo las yemas de mis dedos casi acarician nebulosas y galaxias más allá de lo que alcanzamos a ver. Sentir esa fuerza, esa energía ubicua, que es nuestra razón de ser. Comprender el amor en su esencia más pura.

Ahora quiero compartir una perspectiva multicolor que me ayude a comprender mejor el mundo. No se puede filtrar nada porque no somos quienes de juzgar qué cosas son relevantes y qué cosas son supérfluas. En cada molécula, en cada intercambio energético, hay un mensaje que merece la pena comprender. Estar en contacto con el mundo exige esta atención permanente a todas y cada una de sus sutiles manifestaciones.

jueves, 8 de junio de 2006

Cuidado con el escalón

Paseando un día, tiempo hace ya, me topé con estas señales de tráfico y no pude resistirme a fotografiarlas. Tan magnífica muestra de creatividad no puede caer en el olvido.

Y es que queda ya bastante claro el dibujo del turismo despeñándose por las escaleras, pero, por si no fuese así, redundan con un claro mensaje que claramente advierte: "Atención: Escaleras"

En todo el tiempo que llevo como conductor, nunca he visto algo semejante. Estas señales no se estudian en la autoescuela, ni son documentadas en las campañas de divulgación de la DGT. No, más bien, es lo que a algún "iluminado" se le ha ocurrido y punto. Es así, sin más. Esponteneidad en estado puro. Arte, puro arte.

Estas señales se hallan ubicadas en las proximidades de la playa de Areamilla, en Cangas (Pontevedra).

miércoles, 7 de junio de 2006

Culo veo, culo quiero

Hogar, salado hogar.

Leo hoy en el periódico "Faro de Vigo" el siguiente titular:

"La Xunta respalda convertir contenedores usados en pisos asequibles para jóvenes"

Por favor, que no cunda el pánico. No se refiere a conteredores de basura. Se trata de reutilizar contenedores viejos utilizados hasta entonces para el transporte marítimo de mercancías.

¡Y es que yo no podría estar más contento! He encontrado uno que me gusta (sí, el de la foto). Está climatizado y también muy bien comunicado, a un paso de la estación de ferrocarril. Al principio olía un poco a pescado, pero creo que con un par de ambientadores del carreful se le pasará pronto ese olor. Un día de estos le instalaré el televisor de plasma para no perderme ni un detalle de los partidos del mundial. Va a ser maravilloso vivir ahí.

lunes, 5 de junio de 2006

El Fin del Mundo

Mañana es el 6 de junio de 2006, es decir, 6-6-06, 666, el Día de la Bestia. La profecía habla de la venida al mundo del hijo del demonio, y con él, el fin de la humanidad (otra vez).

Aprovechando la coyuntura, se estrena en el cine una película remake de otra considerada ya un clásico. Su título: "La profecía" (The Omen).

Y con respecto a la profecía en sí, pues ¿quién sabe? Ya estamos acostumbrados a este tipo de cosas y no nos sorprenden las conjeturas que salen de las atrevidas mentes de los lunáticos. Estamos hastiados de galimatías alfanuméricos que buscan, de alguna manera, hacer coincidir el número 666 con el nombre del presidente de los Estados Unidos.

Por otra parte, el libro del Apocalipsis no creo yo que ponga fechas exactas. Es cierto que hace alusión al número 666, mujeres de parto y dragones de 10 cabezas, por poner un ejemplo. Ahora que, ya veremos si se cumple o no.

Y ahora, de regalo, una bonita canción: "To Mega Therion", de Therion:

Powers of Thagirion
Watch the Great Beast to be
For To Mega Therion
The Draconian melody
The Dragon open the eye
And reveal both truth and lie
Spiritual supremacy

Ride the Beast of ecstasy
Spiritual supremacy
Ride the Beast of ecstasy

Ialbaophs creative spark
Manifests the utmost dark
Ialbaophs creative spark

Meaning of the letter Theth
Hide the force of Baphomet
Meaning of the letter Theth

The wound of Baal will be healed
When sign of time is unsealed
The wound of Baal will be healed

The world will burn by Soraths flame
And through the solar sign proclaim

Ascending fiend of the sea
Will fulfill prophecy
Man will feel the wrath of Beast
When fenris wolf is released
The Dragon open the eye
Reveal both truth and lie
Spiritual supremacy

The end of revelation
A soulful violation
The end of revelation

Bear the mark of victory
And the spear of destiny
Bear the mark of victory

Powers of Thagirion
For To Mega Therion
Powers of Thagirion

Watch the Great Beast to be
The Draconian melody
Watch the Great Beast to be

The world will burn by Soraths flame
And through the solar sign proclaim

Powers of Thagirion
Is the Great Beast to be
The To Mega Therion

Powers of Thagirion
For To Mega Therion
Powers of Thagirion

Watch the Great Beast to be
The Draconian melody
Watch the Great Beast to be

Meaning of the letter Theth
Hide the force of Baphomet
Meaning of the letter Theth

The wound of Baal will be healed
When sign of time is unsealed
The wound of Baal will be healed

The world will burn by Soraths flame
And through the solar sign proclaim

viernes, 2 de junio de 2006

Peligro: Bichos

Génesis

Primer post.
Probando, probando, 1, 2, 3.
Sí, sí.
Hey!